EL HUECO

Este blog como lo indica su nombre, es un hueco por el que trataré de filtrar información que la tiranía que ejercen los medios con su uniformidad de mensaje, no nos permiten conocer y menos aún analizar. Espero que en esta lucha no esté solo, ya que siento la obligación moral de hacerla igual. Mandame tus notas, comentarios, opinines, cualquier colaboración en esta línea es de vital importancia. Hoy como nunca los medios nos tapan la información con más información. Por ello y como dijo Rodolfo Walsh: “Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente.El Terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad”.



martes, 3 de agosto de 2010

ME CAGO EN LOS MEDIOS

Es bien sabido que los argentinos fuimos educados con poca memoria. Solo basta con ver a muchos políticos y personajes que se reciclan de sus defecciones y vuelven a la palestra. De un pueblo que le importa bastante menos de lo deseable que miles de personas fueran arrastradas a la condición de desaparecidos y luego convertidas en NN, negándole a ellos y a sus seres más queridos el mismísimo respeto por sus restos, muestra de civilización y una costumbre más que milenaria de los seres humanos y que dejamos destruir con nuestra indiferencia en pocos años.
Y así vimos pasar a los Videla, a los Massera, a los Martínez de Hoz, a los Alsogaray. Y hoy seguimos viendo pasar a los Macri, los Duhalde, los Menem, los Manzano, los Bullrich, los Biolcatti, los Von Wernich, y muchos otros.

Con los medios de comunicación nos pasa lo mismo. Si yo, o usted fuéramos acusados de apropiarnos del hijo de un vecino, el barrio entero nos señalaría con el dedo y nos condenaría socialmente. Y tendríamos que alejarnos del barrio.
Pero Clarín compramos igual. ¿Qué nos importa lo que supuestamente hizo la dueña? Tiene guita, poder, si los pibes son de ella o no, no importa. Si están bárbaro con ella. Y no exigimos más. ¿Y si se demuestra que fueron apropiados? ¿La señalamos con el dedo? ¿Nos olvidamos como el auto de Susana? ¿O los festejos de Mirtha a los dictadores? ¿O ella sí puede? ¿Le vamos a seguir creyendo lo que nos vende en el diario, la radio, la televisión, en Internet, en las revistas? ¿Tan idiotas somos? ¿Tan deshumanizados estamos? ¿No éramos “derechos y humanos”?
Pero no me quiero distraer del tema. Veamos como nos informan los medios. Solo unos pocos casos.
Recuerden a la “guerrilla” que el bueno de Addad nos inventó en Entre Ríos. Nos mostraba como pensaban, como entrenaban para subvertir el orden constitucional. Pero se descubrió que era mentira. Hasta le aplicaron una multa por ello. Y ahí quedó la cosa. Seguimos escuchando día a día sus noticieros en el canal 9 y en Radio 10. ¿Se le puede creer algo a un tipo que inventó una noticia? Yo, humildemente, creo que no. Pero se lo sigue escuchando, se le hacen reportajes, es generador de opinión. De locos, ¿no?
Otros, como TN, C5N y varios más nos ajustan la información para que coincida con los intereses de ellos y de la gente a la que le brindar servicios. ¿Si no es así por qué cualquier marcha, protesta o corte de ruta se informa como “caos de transito”, “anarquía”, “desgobierno” o términos similares que esconden el verdadero motivo de la protesta (y su justicia) , mientras que el lockout patronal del campo era “el pueblo salió a la calle”, “justos reclamos” o “piden un cambio para que los dejen producir para el bien del país”? ¿Por qué si Cristina, Néstor Kirchner o cualquier funcionario oficialista defienden las ideas por lo que la gente los votó están se habla de “crispación”, y si Biolcatti los agrede con los más descarnados epítetos “hace un llamado al diálogo”, o si Carrió los compara con Hitler o De Angeli los insulta “hablan por un pueblo cansado de la opresión”? ¿Por qué si 6,7,8 defiende al gobierno es “oficialista” y TN llena la pantalla de mentiras y profecías ridículas y es “independiente”? ¿Por qué si a Nelson Castro no le renuevan el contrato cobrando una jugosa suma por ello se habla de “censura a la prensa independiente” y De Narváez censura al aire cortando el editorial del programa de y lo hecha de todos sus trabajos en el multimedios del que es socio y no se dice ni jota? ¿O del periodista que acompañaba a Grondona en su programa y defendió lo actuado en los juicios por apropiación de bebés en la dictadura y también se tuvo que ir sin repercusión alguna?
Si de Macri y las escuchas se trata todos los jueces actuantes están bajo el dominio demoníaco de Kirchner, pero si la denuncia es al oficialismo en carne de alguno de sus funcionarios ponen en duda hasta le fecha del cumpleaños. ¿Y los jueces que, fuera de jurisdicción (algo básico en cualquier causa judicial) congelaron la aplicación de la Ley de Medios que el Congreso había aprobado y el Ejecutivo sancionado?
Recuerden también el caso de Capristo, el asesinato de Valentín Alsina. La necesidad de invocar inseguridad y descontento hasta el hartazgo, hizo que al hacerse presente el fiscal de la causa tal como lo marca la ley, el periodismo y algunos infiltrados calentaran el ambiente hasta que el fiscal fue agredido brutalmente. ¿Eso no es violencia? ¿No es inseguridad? ¿Paso algo? No, gracias.
O la famosa interferencia de TN que durante cuatro días Clarín publicó en tapa culpando al Gobierno. Cuando salió a la luz que solo era producto de un problema de la empresa estadounidense que le brindas servicios de satélite a Clarín (problema originado en Centroamérica), el gran diario ni siquiera lo publicó. ¿Y la libertad de información? ¿Cuáles son las obligaciones de los medios al dar una noticia? ¿Tiene derecho a esconderlas? ¿A engañarnos? No deberían, ¿no?
¿O cuando hablaban de crisis energética mostrando a Lapeña, a Araoz, a Dromi? Todos los tipos que habían regalado a precio vil los bienes del estado y que no pusieron ni una bombita en sus administraciones sin que los medios dijeran nada al respecto eran ahora los que nos decían que todo estaba mal, a pesar de que este gobierno nos devolvió la energía nuclear, siguió con Yaciretá, hizo gasoductos, centrales energéticas. Y siguen haciendo y los siguen criticando. ¿Con qué vara se mide esto? ¿Con la de los “periodistas independientes”? ¿En serio podemos creer en esa “independencia”? Perdonen, pero yo no.
Ni hablar de otra de sus especialidades: inventar candidatos. Lo hicieron con Pinky, con Meijide, con Reutemann (si no fuera por él mismo hubiera llegado lejos, pero el Lole acostumbra abandonar desde que era corredor), con De la Rúa, y hace poco con… Gabriela Michetti.
¿Alguien me puede nombrar una propuesta seria de Michetti? ¿Alguna militancia que se precie, previa a la elección de Vice de Macri? ¿Saben que siendo Vicejefa de Gobierno nunca pisó la Legislatura a pesar de ser su presidente? ¿Se le oyó algún concepto innovador?
La hicieron popular por las mismas idioteces que compra una sociedad enamorada de los culos de Tinelli, las burradas de Susana, o las animaladas de Mirtha. Le inyectaron la formula del glamour para una clase media porteña que quiere ser rubiecita y pertenecer, aunque más no sea ojeando la revista Caras. Y Michetti da más o menos linda, más o menos simpática, más o menos buena pilcha, más o menos pinta de buena mina, con el grotesco de ser más “testimonial” que cualquier candidato K. Y si de testimonial hablamos, para los medios está mal lo que hizo Scioli, pero no que lo hiciera Michetti, que se fue al año de ser elegida Vice directo al Congreso a poner su simpatía vacía de contenido e ideas.
Y si Biolcati pone una tranquera para cerrar dos caminos públicos que molestan a la integridad de sus miles de hectáreas en Carlos Casares, no importa. Hasta le festejan los chistes y las brabuconadas. Total, solo sale en Página 12 que lo leen solo los zurditos.
Y así nos muestran a la Rural reunida con Duhalde, Carrió, Macri, Morales, Aguad, Stolbizer, Bullrich, Solá, De Narváez, y el resto, que bajo la conducción del “independiente” Morales Solá, nos da las pautas para salvarnos de los feos, sucios y malos del kirchnerismo.
Y sientan a la Bullrich a hablar de los jubilados y el 82% móvil. Pero nadie le recuerda que ella como Ministro de Trabajo en 2000, con Morales de coequiper, le rebajó el 13% a jubilados y estatales. La perdonamos, entonces. Bah, ellos la perdonan y como nuestra memoria es corta, como diría Tato, good show.
Y si no nos pueden mentir más porque los tarados nos daríamos cuenta, nos ocultan la información con cantidades infinitas de información estúpida. Tapan la información con información. Brillante ¿no? Y nosotros, dormimos la siesta.
Por eso y mucho más (no me alcanzaría la vida y la Internet para escribir) la realidad de los medios no es la realidad. Ni siquiera como dicen algunos “su” realidad. Ni siquiera como dice Cristina Kirchner “realidad virtual”. Es simple, lisa y llanamente una gran, estudiada y favorable mentira.
Es la simple facilidad que les otorga el dinero y el poder, de tener el monopolio de la información. Y no solo la información. Nos dicen que pensar, comer, hacer, vestir y consumir. La sencilla facilidad de generar opinión en una sociedad desinformada y desinteresada, proclive al individualismo que ellos mismos nos inculcaron. A la mierda con eso de que la unión hace la fuerza. No les gusta la idea. No les conviene.
Somos como envases recargables que llenan por nuestros oídos y ojos a un cerebro a la medida de las necesidades de la semana. Basta con ver la última mentira que encontraron: los zócalos. Sí, los zócalos, esos cartelitos tan simpáticos que tiene abajo las pantallas de TN, C5N, 26, Crónica, y todo el resto, a imagen y semejanza del diseño de Internet. Ideas concisas, fáciles de recordar, con palabras que se repiten una y otra vez y que los vemos muchas veces sin oír lo que dicen mientras las ponen ahí abajo: en el consultorio, la oficina, el bar, el restaurante, el gimnasio, el banco, las vidrieras, casi en cualquier parte donde están esos simpáticos televisores sin sonido que por costumbre y hastío leemos. Y a través de ellos nos mienten. Y si lo que ponen está mal o no es verdad ni nos enteramos… pero lo fijamos a nuestra mente como los zombies de las películas clase B de terror. Y si se les va la mano y hay quilombo nos dicen que fue un error de un operador. Y a olvidar rápido que viene otro cartelito. Y ellos haciendo guita y ajustando nuestras mentes y conciencias al canal de sus intereses. Y nosotros seguimos durmiendo.
¿No les parece ya hora de despertar?

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