EL HUECO

Este blog como lo indica su nombre, es un hueco por el que trataré de filtrar información que la tiranía que ejercen los medios con su uniformidad de mensaje, no nos permiten conocer y menos aún analizar. Espero que en esta lucha no esté solo, ya que siento la obligación moral de hacerla igual. Mandame tus notas, comentarios, opinines, cualquier colaboración en esta línea es de vital importancia. Hoy como nunca los medios nos tapan la información con más información. Por ello y como dijo Rodolfo Walsh: “Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente.El Terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad”.



jueves, 9 de mayo de 2013

¿ERA LANATA O SANATA?


Que Jorge Lanata es un tipo capaz, no voy a negarlo. Que escribe -como pocos- editoriales que te pegan al asiento y te generan un magnetismo único, tampoco. Que revolucionó el periodismo gráfico con una diagramación inédita y contenidos que hacía mucho no estaban en la prensa escrita argentina cuando comenzó junto a Vertbinsky y otros Página 12, menos. Que junto a Víctor Hugo fueron los primeros en sacarle la careta a Clarín, menos. Pero que se convirtió en un chanta que por guita hace cualquier cosa, es también una realidad.
Que un tipo como él me diga que ponerse del lado de Magnetto es ponerse del lado “del más débil” poco menos que –indignación aparte- mueve a risa .
Y para terminar de confirmar esa imagen de chanta que pasea con poca dignidad por la los medios de comunicación basta con remitirse a sus propias palabras hablando de cómo financió su último diario, Crítica de la Argentina, al decir entre otras cosas que“ el que tenía la guita era Mata” y “…nosotros elegimos creerle”, para dar fe de ello.


Siempre se notó (en sus viejos programas y aún ahora mismo) su admiración por el formato de programa de investigación al estilo norteamericano, mezcla de periodismo político con mucho show, y quiso imponerse como una especie de Michael Moore argentino. Incluso su película “Deuda” tiene en su estética muchos parecidos con el estilo del muy famoso documentalista norteamericano. 
Hoy, de criticar a un medio monopólico que digitó el poder en Argentina a su antojo (recuerden eso de “con dos tapas de Clarín cae un gobierno”), pasó a ser uno de sus principales denunciantes a periodista estrella del grupo. Sin escalas, sin anestesia, sin ningún fundamento lógico más allá de los suculentos ingresos y la fama armada que este “pasarse a la otra trinchera en medio de la batalla” de seguro le reportan.

Atrás quedó el mapa de medios que el armó, sus denuncias de Papel Prensa, su apoyo inicial a la ley de medios, su crítica a periodistas incalificables y directivos del grupo. Ahora se sienta en el programa de Majul e invita a Kirschbaum al payasesco “queremos preguntar” rodeado de la flor y la nata del periosimo neoliberal-conservador argentino. Lo único que espero es que entre las “26 personas para salvar al mundo” de las que hacía mención en uno de sus últimos trabajos para un conocido canal de cable no esté ninguno de los de esa foto, porque si no estamos fritos.

PPT: ¿Periodismo para todos o periodismo para tontos?

En su afán de hacer del programa un show informativo, Lanata terminó farandulizando el programa.
En el caso de Báez, montó un circo donde buscó la pata farandulera, cosa que encontró en el marido de la hija de Calabró, ideal por su perfil de esposo ignoto de una artista (?) del espectáculo no justamente conocida por su intelecto o por sus opiniones jugadas, sino más bien por si exhibición carnea. Con la contribución de la reciente candidata fallida a nueva Cicciolina, el periodista estrella del Grupo Clarín lograba emular a Marcelo Tinelli, logrando una explosión mediática en los programas de chimentos o pseudo-periodísticos que copan la programación de la alicaída TV argentina. Del Moro, Viale, Gelbrum, Rial, Ventura, y sus patéticos panelistas (muy bueno lo de “Peligro Sin Codificar” con el sketch de “Hablemos sin saber”), hicieron las delicias de la clase media cholula tejiendo miles de ridículas tesis sobre el tema. Los títulos de Clarín hicieron el resto.

Semejante operación, aún con un tratamiento de lo más berreta y chabacano que se vio en los últimos tiempos (desde el caso Coppolla con Samantha Farjat en lo de Viale que no aparecía algo así), habla a las claras de la falta de argumentos del grupo, que hurga en casos ya viejos y sin valor probatorio de lo que denuncia, mostrando los manotazos de ahogado que da en su afán de retrasar lo más posible la implementación plena de la Ley de Medios.
Trata de tirar la piedra lejos mostrando al oficialismo como a una banda delictiva como forma de tapar su propia corrupción. Clarín es un gordo que se agacha y aunque no quiera, se le ve la raya del culo.

¿Sabés quién dijo esto? ¿Barone? ¿Víctor Hugo? Noooooo,
ni más ni menos que su actual amigo y periodista Luis Majul

Eso sí, conoce el paño. Sabe que en Argentina, lamentablemente, la gente olvida pronto y que los periodistas no temen la condena social que existe en otros países (no en el grado que las actitudes del grupo amerita). Y además que a los argentinos nos gustan las historias de complots. ¿Quién no oyó hablar de Yabrán en el Caribe o en una isla en el Pacífico?, ¿O qué los hijos de Bonafini están en Europa?, ¿O que Cristina falsificó el título de abogada?
Miremos nuestra historia: el caballo “blanco” de San Martín con el que cruzó Los Andes, la “barbarie” rosista, la grandeza de la época en que éramos el “granero” del mundo, el “complot anti-argentino” en épocas del proceso… todos versos que nos vendieron sabiendo la pasión del pueblo por las historias que nos hacen sentir que “la tenemos clara”, algo a lo que somos muy adeptos los argentinos. Y así nos tragamos el sapo de los Roca, los Mitre, los Uriburu y hasta del proceso. Y así reflotan un viejo caso (denunciado por Carrió en 2009 y desestimado por falta de pruebas, como todos los que denuncia), lo maquillan, le agregan una cámara oculta (que de oculta no parecía tener nada), un “arrepentido” (más parecía un actor de Bollywood), y, con el manejo televisivo de Lanata (no se le puede negar esto), terminaron haciendo una joyita kitsch de 30 puntos de la cual aún hoy se habla a pesar de las pruebas que refutan la poco seria investigación, si es que así puede llamarse así a este sketch.

En una de las partes de la supuesta cámara oculta, el tal Fariña, primero empresario y al final valijero, dice: “Yo con Lázaro Báez no tengo relación”. Y entonces uno, con un poco picardía, le preguntaría: ¿Y cómo sabés todo esto? ¿Acaso un día en que había paro de subte estaban parados los dos en la estación y te lo dijo de aburrido? Vaaaaamos…. Somos grandes…
Yo (y creo que nadie con un mínimo de sentido común) no puedo creer que al empresario que la oposición y el grupo sindican como el testaferro de Néstor, sea tan gil como para mezclarse con este par de pelotudos. Y aún si así fuere, si el tipo fuese la mitad de mafioso de lo que lo presentan, ¿hubieran ido a decirlo a lo de Lanata? ¿Y el tipo que dice haber sido amenazado, sigue viviendo en el mismo edificio de Báez? Seamos serios, no pasa de una investigación de Lucho Avilés.
Pro bueno, en los medios de Clarín dicen lo que quieren, ensucian sin pruebas, instalan sospechas sobre todo lo que se interponga a su “independencia”.
La “operación del año" nació como poco más que una payasada, y la mayoría de la corporación periodística le sigue brindando a Lanata la misma pátina de prestigio que lo catapultó del olvido a la cima de la consideración de todo el arco opositor. Un arco opositor que, al igual que a sus actuales empleadores y compañeros de tarea, él se canso de defenestrar. Hoy, el programa de Lanata tiene el mismo rigor periodístico que Intrusos, Más Viviana o Infama, lo que no dice poco de quienes se cansan de repetir, como si fuesen extraídas del evangelio, las barbaridades del presentador del mejor programa de chimentos de la República Argentina.

Paso a paso: Como armar tu propio Certificado Offshore de Belice.

Fácil de conseguir en Internet, cualquier persona con un mínimo de conocimientos de informática, puede acceder al certificado difundido en PPT y colocar los datos que quiera, casi como si se tratara de un documento real.
El Hueco te detalla de una forma simple como hacerlo:




Primer Paso
Ingresá a Google "Imágenes" y tipeá en la barra de búsqueda "Certificate of Incorporation Belize"



Segundo Paso
Abrí cualquier programa editor de imágenes, como el Corel Draw, el Photoshop o el Paint. La elección de cualquiera depende de los conocimientos que tengas.





Tercer Paso
Llenalo con los datos que quieras y listo. Ahora sos dueño de una Offshore en Belice. ¡Grande, capo!




Cuarto paso (opcional): Si querés agregarle la otra prueba de Lanata, usa el mismo procedimiento. Total, el otro certificado también está. Acá te damos una muestra del resultado.



Y voilaaaaaaaaaaaaaà. Listo, tenés una empresa en Belice con u$s 50.000 depositados. ¿Que tal? ¿Viste que la magia de la televisión todo lo puede?


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